La aventura de encontrar casa en Canberra
Después de vivir todos estos días 'de prestado', llegaba el momento de asentar la cabeza y buscar algo a lo que pudiésemos llamar hogar aquí en Canberra. Que poco tardaríamos en darnos cuenta de que esa era una verdadera aventura a la que nos tocaría enfrentarnos.
Una pregunta típica que nos hacía todo el mundo antes de salir de España era si teníamos algo de alojamiento en Canberra a lo que respondíamos que no y que ya encontraríamos algo al llegar. El caso es que el CSIRO a diferencia de Universidades u otras instituciones no tiene ningún servicio de alojamiento, así que nos tocaba buscarlo a nosotros. Tampoco nos gustaba la idea de buscar algo desde España, sin saber los barrios, ver lo que alquilaríamos, etc.
Básicamente, digamos que hay como dos o tres páginas de Internet donde se anuncian los alquileres (las ponemos al final por si alguien llega a este blog buscando alojamiento en Camberra), y lo primero que llama la atención son los precios. Cuando uno ve $300 de alquiler, lo primero que hace es sorprenderse y piensa 'muy barato me parece', o es compartido o algún truco tiene que haber. Efectivamente, el truco es que los precios son ¡por semana!, es decir, que lo más barato que habíamos visto, que serían unos $300, era a la semana lo que equivale a ¡$1.200 al mes (unos 800-900€)!. Mal empezamos...
Otra cosa que llama la atención es que la mayoría de los alquileres son a través de inmobiliaria y hay muy poco alquiler privado. Vimos que había exclusivamente unas 4 o 5 inmobiliarias que eran las que llevaban casi todos los alquileres, así que lo primero que pensamos hacer es ir a preguntar a esas inmobiliarias. Arantxa se fue una mañana a recorrerse las oficinas de las inmobiliarias y lo curioso es que es como si no tuviesen ningún interés en que alquilases. Básicamente se limitaban a darte un lista con lo que tenían en alquiler o decirte que mirases en allhomes (una de las páginas de internet).
Luego está el tema de las inspections. Vale, ves un apartamento que te gusta en internet (aquí se les llama units) y dices 'vamos a verlo por si nos parece bien alquilarlo'... pues no. Resulta que aquí, cuando hay una propiedad en alquiler, ésta se abre al público un determinado día a una hora para que todo aquel que esté interesado vaya a visitarla, y una vez allí, si te parece bien, rellenas un formulario para que te nominen y te elijan como el nuevo inquilino. En ese formulario te toca poner donde trabajas, cuanto ganas, referencias de tus jefes o gente de tu trabajo (para demostrar que trabajas allí), referencias de alquileres anteriores, cuantas veces vas al baño cada día, de color es tu pijama... increible.
Eso hizo que cambiásemos de estrategia y ya sólo nos fijásemos en aquellos apartamentos que tenían programadas inspecciones para los siguientes días. Por si fuese poco, había algunas inspecciones que se solapaban, por lo que nos teníamos que repartir el trabajo de las visitas. Aquí la peor parte se la llevo Arantxa ya que le tocó sufrir el transporte público en Canberra o ir andando unos cuantos kilómetros hasta algún barrio para ver alguna casa.
Como os podéis imaginar, vimos de todo: cutreríos, otros mejores y alguno amueblado pero con unos muebles que ni para el centro reto. El peor fue uno que vio Arantxa en un barrio del que salió corriendo y en el que tenía clarísimo que no nos queríamos quedar a vivir (igual por eso era tan barato).
Por suerte hubo uno de los apartamentos que vimos que nos gustó muchísimo a los dos y parece que también le caimos muy bien a la de inmobiliaria. Hay una cosa buena cuando trabajas en el CSIRO, y es que en general te miran muy bien en este tipo de cosas. Parece que los científicos están bien vistos aquí en Australia, por lo que en inmobiliarias, bancos, etc, trabajar en el CSIRO es sinónimo de puertas abiertas. A lo que vamos, que se trataba de un buen apartamento, muy cerca del centro de Canberra y del trabajo de Berni, y que aunque fuese algo más caro de lo que pensábamos gastarnos al principio, nos pareció muy bien para lo que habíamos visto. Así que rellenamos nuestro formulario, y a esperar....
Hago aquí un paréntesis para seguir explicando como funciona el tema del aquiler aquí (y así mantener la intriga). Cuando alguien quiere poner su piso en alguiler, lo que hace es contactar con la inmobiliaria y ésta se encarga de todo: se busca la vida de buscar inquilinos, mantenimiento y hasta cobrar la renta. Es decir, nosotros pagaríamos la renta a la inmobiliaria y lo que hace ésta es quedarse con un porcentaje de por el servicio. De todas formas, es el propietario el que tiene la última palabra de a quién se le alquila en función de los informes que le pasa la agencia. Luego, lo fuerte es que la agencia vela para que el piso se mantenga bien y primero te hacen una inspección al mes y medio de alquilarlo y luego cada 6 meses para ver si tienes el piso limpio, has manchado la moqueta, has roto algo... Pero ojo, ellos van el día que tengan programado y si tú no puedes estar, entran con su propia llave.
Así que al día siguiente de la visita al apartamento, tras unos cuantos mails pidiéndonos datos (hasta las nóminas de España tuvimos que mandar), nos contestó la agente de la inmobiliaria y nos dijo que el piso era nuestro y que al día siguiente podíamos pasar a firmar el contrato. ¡Por fin podríamos tener un hogar y dejar los hostales, campings, etc!
La firma del alquiler fue un poco ceremoniosa. Tras ir al banco a pagar la fianza y un mes completo del alquiler por adelantado, nos sentamos los dos con la agente y nos dio toda la documentación para que la leyésemos tranquilamente. Yo creo que firmamos más que cuando compramos nuestra casa en el notario... en todas las hojas, por triplicado, y ¡hasta tuvimos que poner las iniciales en todas las casillas que habíamos rellenado!
El caso es que cuando ya teníamos todo firmado, todo el papeleo, por fin nos entregaron las llaves de nuestro nuevo hogar, y os podéis imaginar la sensación de subidón que teníamos. Para documentar el momento hicimos este vídeo del momento de entrada. Atención al final...
Efectivamente, el subidón nos duró bastante poco... El piso no estaba amueblado, vale eso ya lo sabíamos, pero ¡es que no tenía frigo ni lavadora!. Eso sí, tenía lo que no teníamos en España, ¡lavavajillas y secadora!. Resulta que cuando se alquila un piso sin amueblar aquí, lo normal es que no haya ni frigorífico ni lavadora, y eso lo pone el inquilino.
Pero bueno, eso no era crítico ahora mismo, lo importante era conseguir una cama para dormir, y queríamos mudarnos ese mismo fin de semana y dejar de pagar alojamiento extra. Para no cansar, diremos simplemente que por suerte conseguimos que nos trajesen esa misma tarde un colchón y aquí os dejamos un nuevo vídeo, ya algo más relajados y donde podéis ver nuestra casita al completo.
Espero que no os hayamos cansado demasiado con esta entrada que al final ha salido algo más larga que las anteriores, pero así compensamos los días que llevamos sin escribir.
Casi se me olvida... los enlaces por si queréis buscar casa en Canberra:
http://www.allhomes.com.au/ El clásico por excelencia para buscar piso.
http://accom.anu.edu.au/UAS/977/187.html Una página de la ANU (Australia National University) donde vienen algunos anuncios de alquileres privados, sobre todo para compartir.
Una pregunta típica que nos hacía todo el mundo antes de salir de España era si teníamos algo de alojamiento en Canberra a lo que respondíamos que no y que ya encontraríamos algo al llegar. El caso es que el CSIRO a diferencia de Universidades u otras instituciones no tiene ningún servicio de alojamiento, así que nos tocaba buscarlo a nosotros. Tampoco nos gustaba la idea de buscar algo desde España, sin saber los barrios, ver lo que alquilaríamos, etc.
Básicamente, digamos que hay como dos o tres páginas de Internet donde se anuncian los alquileres (las ponemos al final por si alguien llega a este blog buscando alojamiento en Camberra), y lo primero que llama la atención son los precios. Cuando uno ve $300 de alquiler, lo primero que hace es sorprenderse y piensa 'muy barato me parece', o es compartido o algún truco tiene que haber. Efectivamente, el truco es que los precios son ¡por semana!, es decir, que lo más barato que habíamos visto, que serían unos $300, era a la semana lo que equivale a ¡$1.200 al mes (unos 800-900€)!. Mal empezamos...
Otra cosa que llama la atención es que la mayoría de los alquileres son a través de inmobiliaria y hay muy poco alquiler privado. Vimos que había exclusivamente unas 4 o 5 inmobiliarias que eran las que llevaban casi todos los alquileres, así que lo primero que pensamos hacer es ir a preguntar a esas inmobiliarias. Arantxa se fue una mañana a recorrerse las oficinas de las inmobiliarias y lo curioso es que es como si no tuviesen ningún interés en que alquilases. Básicamente se limitaban a darte un lista con lo que tenían en alquiler o decirte que mirases en allhomes (una de las páginas de internet).
Luego está el tema de las inspections. Vale, ves un apartamento que te gusta en internet (aquí se les llama units) y dices 'vamos a verlo por si nos parece bien alquilarlo'... pues no. Resulta que aquí, cuando hay una propiedad en alquiler, ésta se abre al público un determinado día a una hora para que todo aquel que esté interesado vaya a visitarla, y una vez allí, si te parece bien, rellenas un formulario para que te nominen y te elijan como el nuevo inquilino. En ese formulario te toca poner donde trabajas, cuanto ganas, referencias de tus jefes o gente de tu trabajo (para demostrar que trabajas allí), referencias de alquileres anteriores, cuantas veces vas al baño cada día, de color es tu pijama... increible.
Eso hizo que cambiásemos de estrategia y ya sólo nos fijásemos en aquellos apartamentos que tenían programadas inspecciones para los siguientes días. Por si fuese poco, había algunas inspecciones que se solapaban, por lo que nos teníamos que repartir el trabajo de las visitas. Aquí la peor parte se la llevo Arantxa ya que le tocó sufrir el transporte público en Canberra o ir andando unos cuantos kilómetros hasta algún barrio para ver alguna casa.
Como os podéis imaginar, vimos de todo: cutreríos, otros mejores y alguno amueblado pero con unos muebles que ni para el centro reto. El peor fue uno que vio Arantxa en un barrio del que salió corriendo y en el que tenía clarísimo que no nos queríamos quedar a vivir (igual por eso era tan barato).
Por suerte hubo uno de los apartamentos que vimos que nos gustó muchísimo a los dos y parece que también le caimos muy bien a la de inmobiliaria. Hay una cosa buena cuando trabajas en el CSIRO, y es que en general te miran muy bien en este tipo de cosas. Parece que los científicos están bien vistos aquí en Australia, por lo que en inmobiliarias, bancos, etc, trabajar en el CSIRO es sinónimo de puertas abiertas. A lo que vamos, que se trataba de un buen apartamento, muy cerca del centro de Canberra y del trabajo de Berni, y que aunque fuese algo más caro de lo que pensábamos gastarnos al principio, nos pareció muy bien para lo que habíamos visto. Así que rellenamos nuestro formulario, y a esperar....
Hago aquí un paréntesis para seguir explicando como funciona el tema del aquiler aquí (y así mantener la intriga). Cuando alguien quiere poner su piso en alguiler, lo que hace es contactar con la inmobiliaria y ésta se encarga de todo: se busca la vida de buscar inquilinos, mantenimiento y hasta cobrar la renta. Es decir, nosotros pagaríamos la renta a la inmobiliaria y lo que hace ésta es quedarse con un porcentaje de por el servicio. De todas formas, es el propietario el que tiene la última palabra de a quién se le alquila en función de los informes que le pasa la agencia. Luego, lo fuerte es que la agencia vela para que el piso se mantenga bien y primero te hacen una inspección al mes y medio de alquilarlo y luego cada 6 meses para ver si tienes el piso limpio, has manchado la moqueta, has roto algo... Pero ojo, ellos van el día que tengan programado y si tú no puedes estar, entran con su propia llave.
Así que al día siguiente de la visita al apartamento, tras unos cuantos mails pidiéndonos datos (hasta las nóminas de España tuvimos que mandar), nos contestó la agente de la inmobiliaria y nos dijo que el piso era nuestro y que al día siguiente podíamos pasar a firmar el contrato. ¡Por fin podríamos tener un hogar y dejar los hostales, campings, etc!
La firma del alquiler fue un poco ceremoniosa. Tras ir al banco a pagar la fianza y un mes completo del alquiler por adelantado, nos sentamos los dos con la agente y nos dio toda la documentación para que la leyésemos tranquilamente. Yo creo que firmamos más que cuando compramos nuestra casa en el notario... en todas las hojas, por triplicado, y ¡hasta tuvimos que poner las iniciales en todas las casillas que habíamos rellenado!
El caso es que cuando ya teníamos todo firmado, todo el papeleo, por fin nos entregaron las llaves de nuestro nuevo hogar, y os podéis imaginar la sensación de subidón que teníamos. Para documentar el momento hicimos este vídeo del momento de entrada. Atención al final...
Efectivamente, el subidón nos duró bastante poco... El piso no estaba amueblado, vale eso ya lo sabíamos, pero ¡es que no tenía frigo ni lavadora!. Eso sí, tenía lo que no teníamos en España, ¡lavavajillas y secadora!. Resulta que cuando se alquila un piso sin amueblar aquí, lo normal es que no haya ni frigorífico ni lavadora, y eso lo pone el inquilino.
Pero bueno, eso no era crítico ahora mismo, lo importante era conseguir una cama para dormir, y queríamos mudarnos ese mismo fin de semana y dejar de pagar alojamiento extra. Para no cansar, diremos simplemente que por suerte conseguimos que nos trajesen esa misma tarde un colchón y aquí os dejamos un nuevo vídeo, ya algo más relajados y donde podéis ver nuestra casita al completo.
Espero que no os hayamos cansado demasiado con esta entrada que al final ha salido algo más larga que las anteriores, pero así compensamos los días que llevamos sin escribir.
Casi se me olvida... los enlaces por si queréis buscar casa en Canberra:
http://www.allhomes.com.au/ El clásico por excelencia para buscar piso.
http://accom.anu.edu.au/UAS/977/187.html Una página de la ANU (Australia National University) donde vienen algunos anuncios de alquileres privados, sobre todo para compartir.
será un coñazo lo de alquilar piso, pero seguro que alli funciona mucho mejor el sistema y no hay tantos problemas ocn los impagos y demás.
ResponderEliminartiene mu buena pinta el pisillo, aunque seguro que es por la mano NO temblorosa del "spilberg" y por esos NO giros de cámara rápidos que hacen que veas todo con detalle, jajajajjaja
cuando lo tengais lleno con cosas tendreis que enseñarnoslo de nuevo, o si no, mejor voy pa allá y sus lo organizo y distribuyo(esta opción me gusta más)
Que chulo es el pisoooooo!!!!!!!! Yo me quiero ir ya para allá.
ResponderEliminarPD. Lo mejor ha sido lo del frigo...
claro,claro...es que para que queremos tener un frigo en la cocina, con lo que ocupa!!!
ResponderEliminar¡Qué chulo el piso y cómo me alegro que ya estéis instalados! Seguro que eso os acerca mucho más a Australia... y seguro que encontráis un frigo pequeñito que os sirva, y lavanderías por el barrio, un buen sitio para conocer a los vecinos, ¿no?
ResponderEliminarBesos
YA MISMO OS HAGO PORTE DE UN PEAZO " FEDERICO" .
ResponderEliminarRECUERDOS DE NOE , PABLO Y CARLOS QUE SE HAN FUGAO DE AVILA ESTA SEMANA SANTA .
P.D. ABRE LA PUERTA QUE YA ESTOY AHI CON EL FEDERICO