Partiendo

Aquí estamos de nuevo y parece que por fin tenemos un rato, sin que estemos muertos, para poder contaros nuestros primeros días.
 Como ya dijimos en la entrada anterior, hubo algún sobresalto más antes de coger el avión. Malén recogió, los pasaportes en la embajada y no faltaron voluntarias (Maribel y Nata) para traérnoslo el sábado al aeropuerto. Maribel llegó con los pasaportes al aeropuerto antes que nosotros (los padres de Arantxa nos llevaron allí desde Córdoba), así que en cuanto la vimos, ya felices, nos fuimos a facturar, donde nos encontramos con la sorpresa de que el visado de Berni salía inválido, con el de Arantxa no hubo  ningún problema. A pocas horas horas de coger el avión todavía estábamos con líos administrativos. Finalmente, después de más de una hora de incertidumbre, conseguimos facturar. Lo único que pasaba era un típico " fallo informático".

Por lo demás, pasando por alto las despedidas, el viaje transcurrió con normalidad, a parte de que retrasábamos todas las colas de los controles de los distintos aeropuertos, debido a nuestro gran equipaje de mano (3 ordenadores, cámaras de vídeo y fotos, discos duros, una maleta con sus líquidos reglamentarios, medicinas..) y por supuesto siempre hubo algún cacheo, además de deshacernos entera la maleta y buscar algo "sospechoso" entre la ropa interior de Arantxa.¡ Si es que somos mu x´ageraos...!

uy! ¡Se me olvidaba! En el aeropuerto de Sydney se llevaron aparte a Berni porque también daba problemas su pasaporte. Al final, claro, no pasó nada

 El viaje, desde luego, prometía anecdótico, pero una cosa está clara, tenemos un gran gabinete de crisis dispuesto a echar una mano en cualquier momento.

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!

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