Mollymook, Milton, Conjola Beach ¡y canguros!

Bueno, pues después de Pebbly beach nos fuimos hacia Mollymook en busca de alojamiento. Es un pueblo completamente turístico, pero turístico al estilo de aquí. Casitas dispersadas por aquí y por allá algún bloque de apartamentos , bueno bloques que como mucho tienen dos alturas, moteles y algún hotel, pero ni por asomo encuentras una torre.

Para que os hagáis una idea os pongo una fotillo del bloque de apartamentos donde encontramos uno libre para quedarnos un par de noches.

La verdad es que ahí sí que fue todo un lujo.
Cuando llegamos era un poco tarde, bueno aquí tarde es a partir de las 18:00 más o menos. Tienen horario inglés pero con un clima mediterráneo, con lo cual estás a plena luz del día, con calor, disfrutando de tu tarde y cuando te das cuenta tienes que echar a correr si quieres que no te cierren los sitios donde puedes cenar algo. En fin a lo que iba,  que como era tarde nos fuimos corriendo a un supermercado porque esa noche cenábamos "en casa". En el súper cargamos de quesos y de patés de la zona para empezar a probar las cosas que saben hacer por aquí. También cogimos un par de botellas de vino. Hay que decir, que todo nos supo riquísimo. Como veis teníamos vistas a la playa. Por cierto, por si alguien no se ha dado cuenta todavía, pinchando en las fotos las podéis ver a mayor resolución.



La mañana siguiente nos quedamos tranquilitos en la playa, nos apetecía quedarnos sin hacer nada y la verdad es que algo de cansancio todavía teníamos. Así que nada, nos pusimos en plan croqueta. No llevábamos 10 minutos en la playa cuando nos dimos cuenta que nos estábamos quemando. Aquí hay que tomarse muy en serio lo de echarse crema antes de salir de casa, porque a la primera de cambio te estás quemando. Se nota muchísimo la diferencia con el sol de España. Nosotros, morenos los dos, normalmente necesitamos estar una mañana entera en la playa sin protección para quemarnos.  Aquí, en 10 minutos estás frito. Cuando compramos la crema solar en Canberra y vimos que por debajo de factor 30 no vendían, pensamos "qué exagerados, claro como son tan blanquitos..." Pues de exagerados nada, que ni con el factor 30 nos hemos librado algún día de terminar rojitos.

 A la hora de comer nos comimos nuestra primera hamburguesa Australiana en un "chiringuito de playa".

A pesar de ser un pueblo turístico, no hay ni gota de aglomeración por ningún sitio.Tienen tantísimas playas y tan poca gente que es un gustazo. Hay que tener en cuenta que estábamos a un par de horas de Canberra y otras tantas de Sydney. Es decir, muy cerquita  para playas tan solitarias.






Esa tarde, de nuevo cogimos el coche para ver otros sitios. Fuimos a Milton, un pueblo que nos habían asegurado que era precioso e histórico (fue fundado a mediados del S. XIX). Bueno pues no se si precioso, pero lo que sí nos pareció fue curioso.
Tenía toda la pinta de pueblo del oeste americano, aunque ya nos iríamos dando cuenta que por aquí abunda ese tipo de pueblos. No tenemos casi fotos porque hicimos vídeo, ya los colgaremos. 
Bueno, creo que no hemos dicho en ningún momento que una de las cosas que más nos estaba llamando la atención desde que llegamos a Australia, es que las casas, las que no son prefabricadas, son de madera y prácticamente todas, tienen los tejados de chapa. Para nosotros que venimos del país del ladrillo y que nos han contado desde pequeños el cuento de los 3 cerditos, nos da la impresión de casas temporales. Luego vendrá el lobo, soplará y soplará....;)
Después de Milton  que estaba hacia el interior volvimos a coger la carretera de la costa, la Princess Highway dispuestos a encontrarnos con algún otro paraje chulo. Fuimos a Conjola Beach y ¡ALLÍ ENCONTRAMOS NUESTROS PRIMEROS CANGUROS DE CARNE Y HUESO!
Estaban en el camping que hay justo en Conjola Lake que es un estuario-lago que se encuentra justo antes de llegar a la playa. ¡qué chulo! ¡otro! y ¡muchos más! Rondaban por el camping a sus anchas mezclados con los campistas sin hacerse ni caso unos a otros. ¡Qué guay! ¡por fin habíamos visto canguros!


Cuando se nos pasó la emoción de los canguros, nos dimos un paseo por el lago y cogimos un caminito que llevaba hasta otra playa también muyyyyyyyy bonita.

A la vuelta de la playa nos fuimos a cenar a un restaurante vietnamita donde nos encontramos con nuestro primer BYO.
Para beber nos pedimos una cerveza cada uno y nos dice la camarera que allí no sirven alcohol. ¿cómo que no sirven alcohol? No teníamos ni idea de que los vietnamitas fueran abstemios, pero además ¿no hay ahí una pareja tomando cerveza? Un señor muy amable que estaba sentado en la mesa de al lado, nos explicó que en el cartel de fuera del restaurante ponía BYO ¿y eso qué significa? Significa Bring Your Own, es decir, que si quieres consumir alcohol, te lo tienes que traer tú. Está permitido beber en el local pero no servirlo. En los días siguientes vimos que es de lo más normal encontrar locales que no tienen licencia para servir alcohol y por lo tanto te tienes que llevar tú la bebida. Así que si a las 19:00 te das cuenta de que es la hora de cenar ¡sal corriendo a buscar algún sitio! pero encima ¡encuentra un sitio antes donde vendan alcohol  si es que quieres tomarte una cerveza o un vino!

¡Vaya un país curioso!... y esto no ha hecho más que empezar.

Comentarios

  1. ajajjajjajaa, joder con los austrslisnod y lod BYO de los wevos. lo que os faltaba, si aqui en cordoba os ibais de casa sin las llaves, como para acordaros de coger el pack de latas de cerveza antes de salir.
    jooooderrrr, como molan las playitas.
    ¿el paté de que es? ¿de higado de canguro?

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