SYDNEY I. FISH MARKET Y DARLING HARBOUR
¡Por fin Sydney!
Bueno, parece que cada vez tardamos más en escribir, vamos a intentar que no vuelva a pasar tanto tiempo, pero, la vida está llena de buenas intenciones...
Para el que todavía no lo sepa, en Semana Santa fuimos capaces de encontrar sitio en un albergue de Sydney, el Railway Square. Un albergue muy céntrico que nos permitió movernos con mucha facilidad por los sitios más emblemáticos de la ciudad. Fueron cuatro días estupendos que nos supieron a poco.
El viaje lo hicimos en coche, a pesar de que mucha gente nos advirtió que era una locura adentrarse en Sydney con vehículo propio. "El tráfico es un caos", " no váis a poder aparcar". Bueno, pues afortunadamente no hicimos ni caso. El tráfico de Sydney nos pareció más bien tranquilo para ser una gran ciudad (probablemente porque eran 4 días de fiesta y la mitad de la población había salido de vacaciones) y conseguimos aparcar muy cerquita del albergue sin mayor dificultad.
Plano en mano, nos fuimos dando un paseo con intención de llegar a la ópera ¡Nos moríamos de ganas de verla!. Pero en vez de ir directamente dimos un pequeño rodeo, por grandes avenidas, para ir disfrutando de la ciudad sin saber con lo que nos íbamos a encontrar. Tuvimos la suerte de descubrir sitios estupendos.
Estábamos muertos de hambre y no sabíamos si comermos una hamburguesa en el primer sitio que viéramos o continuar un rato más andando. Afortunadamente, decidimos retrasar la comida porque a los pocos minutos nos dimos de bruces con el mercado de pescado de Sydney.
Es un mercado enorme situado en la bahía Blackwattle. No sólo se vende pescado fresco, sino que hay multitud de puestos que te venden el pescado cocinado para comértelo donde quieras, o bien dentro o en unas mesas que hay al aire libre, eso si tienes suerte de conseguir alguna.
Nos estuvimos recreando en todos los puestos entre el bullicio de la gente mientras decidíamos nuestro menú. Absolutamente todos los puestos estaban llevados por asiáticos y la mayoría de los clientes también lo era.
No conseguimos mesa, pero hay mucho sitio donde te puedes sentar tranquilamente a observar el espectáculo y disfrutar de tu pescaito.
Definitivamente el mercado es un lugar al que hay que ir por obligación si se tiene la oportunidad de ir a Sydney.
Con el estómago lleno y contentos por lo que habíamos visto continuamos nuestro camino hacia la ópera.
A mitad de camino nos encontramos en Darling Harbour con el centro financiero de Sydney al fondo. ¡La vista era espactacular!
A pesar de los grandes edificios, Sydney no da la sensación de ciudad agobiante, ni ruidosa. Es una ciudad muy limpia en la que apenas se ve nube de contaminación. Se puede ver el cielo azul, cuando no hay nubes, y no ese cielo grisáceo que caracteriza a la mayoría de las grandes ciudades.
Darling Harbour, es otros de los sitios indispensables cuando se va a Sydney.
Bueno, parece que cada vez tardamos más en escribir, vamos a intentar que no vuelva a pasar tanto tiempo, pero, la vida está llena de buenas intenciones...
Para el que todavía no lo sepa, en Semana Santa fuimos capaces de encontrar sitio en un albergue de Sydney, el Railway Square. Un albergue muy céntrico que nos permitió movernos con mucha facilidad por los sitios más emblemáticos de la ciudad. Fueron cuatro días estupendos que nos supieron a poco.
El viaje lo hicimos en coche, a pesar de que mucha gente nos advirtió que era una locura adentrarse en Sydney con vehículo propio. "El tráfico es un caos", " no váis a poder aparcar". Bueno, pues afortunadamente no hicimos ni caso. El tráfico de Sydney nos pareció más bien tranquilo para ser una gran ciudad (probablemente porque eran 4 días de fiesta y la mitad de la población había salido de vacaciones) y conseguimos aparcar muy cerquita del albergue sin mayor dificultad.
Plano en mano, nos fuimos dando un paseo con intención de llegar a la ópera ¡Nos moríamos de ganas de verla!. Pero en vez de ir directamente dimos un pequeño rodeo, por grandes avenidas, para ir disfrutando de la ciudad sin saber con lo que nos íbamos a encontrar. Tuvimos la suerte de descubrir sitios estupendos.
Estábamos muertos de hambre y no sabíamos si comermos una hamburguesa en el primer sitio que viéramos o continuar un rato más andando. Afortunadamente, decidimos retrasar la comida porque a los pocos minutos nos dimos de bruces con el mercado de pescado de Sydney.
Es un mercado enorme situado en la bahía Blackwattle. No sólo se vende pescado fresco, sino que hay multitud de puestos que te venden el pescado cocinado para comértelo donde quieras, o bien dentro o en unas mesas que hay al aire libre, eso si tienes suerte de conseguir alguna.
Nos estuvimos recreando en todos los puestos entre el bullicio de la gente mientras decidíamos nuestro menú. Absolutamente todos los puestos estaban llevados por asiáticos y la mayoría de los clientes también lo era.
No conseguimos mesa, pero hay mucho sitio donde te puedes sentar tranquilamente a observar el espectáculo y disfrutar de tu pescaito.
Definitivamente el mercado es un lugar al que hay que ir por obligación si se tiene la oportunidad de ir a Sydney.
Con el estómago lleno y contentos por lo que habíamos visto continuamos nuestro camino hacia la ópera.
A mitad de camino nos encontramos en Darling Harbour con el centro financiero de Sydney al fondo. ¡La vista era espactacular!
A pesar de los grandes edificios, Sydney no da la sensación de ciudad agobiante, ni ruidosa. Es una ciudad muy limpia en la que apenas se ve nube de contaminación. Se puede ver el cielo azul, cuando no hay nubes, y no ese cielo grisáceo que caracteriza a la mayoría de las grandes ciudades.
Darling Harbour, es otros de los sitios indispensables cuando se va a Sydney.
Este puerto está rodeado por zonas peatonales y es uno de los lugares de la ciudad donde la gente va a recrearse porque, a parte de bonito, está plagado de atracciones fijas, como el acuario de Sydney, que es una auténtica pasada, el museo marítimo, que sólo lo vimos por fuera , también está lleno de gente haciendo representaciones de teatro y todo tipo de espectáculos gratis. La verdad es que se te pueden pasar las horas sin moverte de allí y no darte cuenta.
Este es el monoraril, que parece que se construyo para las olimpiadas y ahora no deja de ser una atracción turística más, aunque nadie tiene muy claro a donde va...
Y este el barco del capitán Cook, el nota que descubrió esto, bueno eso dicen los ingleses, porque parece que los chinos ya andaban por aquí. Por supuesto, obviando los miles de años que llevan aquí los aborígenes.
Los australianos, a pesar de los comentarios más o menos acertados del Primer Ministro Kevin Rudd y de que no den trabajo a Arantxa, están muy orgullosos de ser tierra de inmigrantes. En el Welcome Wall, un muro del museo marítimo, se recogen los nombres de los inmigrantes que han conseguido la nacionalidad australiana y quieren que se quede registrado sus nombres y una breve historia..
También está aquí uno de los puentes levadizos eléctricos más antiguos del mundo, el Pyrmont Bridge
Bueno, hemos decidido hacer varias entradas de Sydney, porque si no, se hace demasiado largo y a nosotros nos da pereza escribir y seguro que a vosotros leerlo, así que aquí lo dejamos y ahí os quedáis con las ganas de ver las fotos de la ópera :)
Bueno, os ponemos algunas del acuario.
IM PREZIONANTE!
¡Qué bueno que volvéis a escribir! Y con fotos y anécdotas curiosas... comprendo que cada vez tengáis menos tiempo para escribir (yo tampoco ando muy sobrada últimamente, y eso que sigo en España/Europa y no en un sitio exótico) pero precisamente por eso me gusta leeros cuando podáis, así que ¡no dejéis de escribir! ¡Gracias! Besos desde Santander (donde hoy he venido para un fin de semana relámpago y pasado por agua me temo). Clara
ResponderEliminarMe ha hecho gracias el cartelito ese de que no entres al recinto del cocodrilo porque si no te mata la caída lo hará el cocodrilo.
ResponderEliminar¡Si van a ser hasta graciosetes en Australia! Las rimas en los carteles de tráfico por la carretera, las estatuas de las ovejas en posición indecente, etc.
coño, no me habia fijado en lo del cartel, pero mola muuucho.
ResponderEliminarjeje, eso tendríamos que hacer aqui, poner cartelitos de ese tipo para que los de la logse se enteren de las cosas.