SYDNEY II. LA ÓPERA y EL PUENTE DE SYDNEY
¡Ahora sí! ¡la ópera! Hemos pensado que la ópera merece una entrada en exclusiva. Es tan impresionante, la mires por donde la mires, que es difícil elegir las fotos, así que esperamos que disfruteis de la selección. Atravesando el espectacular jardín botánico vimos a lo lejos algo que parecían dos huevos gigantes, era nuestra primera vista de la ópera. Cuando por fin llegamos, la vista de la ópera junto con el puente de Sydney nos dejó con la boca abierta. Las espectativas eran muy altas, pero la realidad las superó, a pesar que cuando sales del jardín botánico te encuentras directamente a sus pies, con lo que no puedes admirar su famosa silueta en forma de barco con las velas izadas. Llegamos al atardecer con lo que pudimos disfrutar de un espectáculo de colores, que no fuimos capaces de recoger en nuestras fotografías. Algo que nos llamó mucho la atención cuando por fin nos acercamos, es que la superficie blanca de la ópera no es lisa, es "alicatao". Algún arquite