El trabajo en Canberra

Bueno, para no poner tanto los dientes largos, vamos a contaros un poquillo de la vida aquí en Canberra.

Al poco tiempo de llegar, ya estábamos acostumbrados a los nuevos horarios.Comer a las 12:30, tomarte una cerveza a las cinco y media de la tarde... Lo bueno que tiene este horario, es que cuando quedas a cenar con los amigos, como muy tarde estás de vuelta a las 12 p.m. Con lo cual, al día siguiente estás fresco como una lechuga.

En lo relativo al trabajo, Berni está feliz como una perdiz. Tiene mucha autonomía, por no decir que hace lo que le da la gana, además, por donde pasa ,va dejando al personal con ganas de trabajar con él. Le han ofrecido dar no sé cuantos seminarios, aquí en Canberra y en Melbourne, Adelaide y a varios les gustaría tenerle como post-doc. En fin, no puede pedir más, salvo que le den en serio una buena post-doc.

Trabaja bastante menos horas que en España y sobretodo, con muchísimo menos estrés. Por supuesto, salvo alguna excepción, los fines de semana son intocables. Esto último a muchos os parecerá obvio, pero creedme, de obvio nada.

Una de las mejores cosas que tiene Australia, es que está mal visto echar más horas de lo que sería tu jornada laboral. No se ve bien, porque dan muchísima importancia a la vida familiar, y por lo visto, las empresas no quieren workaholics en sus plantillas porque piensan que a la larga tendrán problemas con la familia, con la salud y por supuesto, rendirán menos en el trabajo. Otro de los argumentos a favor de no echar horas extra, es que si no eres capaz de hacer tu trabajo en tu horario es que no eres ni eficiente ni eficaz.

En el otro extremo está Arantxa, no hay manera de que encuentre trabajo. Se pasa las horas al día en el ordenador buscando, enviando el curriculum,pero nada. Aquí en Canberra es realmente difícil. Ha pasado por varias agencias de empleo y más o menos le vienen todas a decir, que si no eres ciudadano australiano, en Canberra, lo tienes crudo. Esto es así porque Canberra es una ciudad inventada. Mientras se disputaban la capital de Australia Melbourne y Sydney, decidieron crear Canberra para que lo fuese. Por lo tanto ,es una ciudad puramente administrativa. El 90% del empleo es por y para el gobierno. Todos los ministerios están aquí y la ciudad sólo tiene 300.000 habitantes. Lo peor de todo esto es que para trabajar en cualquier empresa relacionada con el gobierno, tienes que ser ciudadano australiano.

Por otro lado, si no tienes referencias australianas, también es difícil que te contraten, así que Arantxa ha empezado ha currar como voluntaria en varios sitios: en el Australian National Herbarium y en Greening Australia.

Mientras tanto, ha intentado trabajar de canguro, pero nada, te piden un curso que dura un año. Ha intentado enseñar español, nada. Parece que aquí a nadie le interesa el español. La hostelería de momento está descartada a no ser que se pongan las cosas muy feas económicamente y entonces, no podremos estar con remilgos.

En fin, los comienzos nunca fueron fáciles y no se pierde la esperanza de encontrar algo. Si cuando volvamos de las vacaciones en España, se alarga mucho la búsqueda, habrá que plantearse la vida de nuevo y buscar alternativas.

Para el que no lo sepa, estaremos en España el mes de septiembre.