Nuestra segunda escapada a la costa
Ya sabemos que llevamos un par de semanas que no escribimos nada y que os tenemos muy abandonados, pero es que nuestra vida empieza a ser algo más ocupada cada semana que pasa. El caso es que eso es bueno, empezamos a conocer gente, tenemos vida social, etc... :-)
Pero bueno, aquí estamos de nuevo, con nuevas cosas que contar, nuevos viajes y sobre todo... ¡FOTOS!
Lo primero es dejaros tranquilos, ya tenemos un hogar en toda regla, con toda clase de electrodomésticos y comodidades. La verdad es que estamos muy contentos.
El siguiente viaje, de fin de semana, que hemos hecho desde nuestra llegada a Australia también ha sido a la costa. Hay que aprovechar el corto verano que íbamos a tener este año, así que decidimos buscar algo por la playa pero esta vez hacia el sur. Tuvimos suerte y encontramos alojamiento en el Albergue Juvenil de un pueblecito de la costa llamado Narooma,
La verdad es que la red de albergues de Australia está muy bien. Tienen precios ajustados para lo que cuesta el alojamiento por aquí, y normalmente en todos tienen habitaciones dobles. Nos ha llamado también mucho la atención que siempre encontramos familias enteras en los albergues y muchas personas mayores, entorno a los 80 años. Aquí los abueletes parecen muy activos y los vemos viajando muy a menudo.
Llegamos por la noche, y el encargado de la recepción resultó un señor simpatiquísimo y encantado de tener a unos españoles en el albergue. Nos recomendó que fuésemos a una feria de un pueblo cercano que tenía unas playas muy chulas. Y allí nos fuimos, ¡de feria!
El camino fue espectacular, con la carretera paralela a la costa y paradas en algunos estuarios (donde se dedican al cultivo de ostras) y acantilados.
Por fin llegamos a Bermagui, el pueblo de la feria y la verdad es que estaba todo hasta arriba de coches, atracciones, mucha gente y ¡ambiente de feria!
La verdad es que ambiente sí que había, pero si tuviésemos que buscar una palabra para definir una feria en Australia diríamos "familiar". Junto a las atracciones había un montón de puestos de distintas temáticas: comida, artesanía, ropa, jardinería, maquinas viejas, coches antiguos, tarot... y alrededor familias australianas paseando tranquilamente con sus atuendos australianos.
Y todo eso amenizado con un par de escenarios donde tocaban algunas bandas de música country y un coro que parecía sacado de una iglesia.
Y por supuesto el público disfrutando de la música, aunque la media de edad de la audiencia fuese más propia de una celebración del hogar del pensionista que de una feria de reconocido prestigio regional.
Así que como podéis ver, ambiente de feria en el sentido andaluz de la palabra, no es que hubiese, obviamente. Lo pasamos bien paseando por allí, tomándonos algo en un puesto de comida y todo eso. Berni estuvo apunto de comprarse el típico sombrero australiano, pero a última hora se arrepintió y pensó que todavía no estaba lo suficientemente preparado para dar ese importante paso. No os preocupéis que es cuestión de tiempo...
Así que tras la marcha de la feria decidimos que era hora de explorar las playas del lugar, y la verdad es que no decepcionaron nada. Para variar, playas de aguas transparentes, arena fina, no masificadas...
De vuelta a Narooma seguimos encontrando rincones, de esos que nunca te explicas por qué no aparecen en las guías o en las postales, pero que, por eso mismo tienen más encanto. Al final de la entrada del blog os dejamos un enlace a un album con más fotos para no cansar y hacer demasiada larga la entrada.
Esa noche cenamos en un sitio realmente idílico, junto al puerto, ostras( para variar) recién pescadas, pescado fresco... no se puede pedir más para acabar un buen día en la costa.
Aquí vamos a hacer un comentario respecto a las otras, porque seguro que ya estáis pensando: "ya están aquí los tontos de las ostras". Bueno, pues es que en la zona en la que nos estamos moviendo, comer ostras no es un "lujo" como en España, se crían por toda la costa y te las sirven en prácticamente todos los bares y restaurantes a un precio realmente asequible. Vamos, como si te quieres comer un pescaito frito en Cádiz, unos espetos en Málaga, o un arroz en Alicante.
La mañana siguiente la dedicamos a explorar los alrededores de Narooma, el puerto, algún mirador que había cerca... Mucha gente viene a Narooma porque es una ruta de ballenas y delfines en sus rutas migratorias. Parece ser que al principio del invierno es posible ver ballenas pasando cerca de la costa e incluso se organizan viajes en barco para poderlas ver más de cerca. Y aunque no viésemos ballenas o delfines, sí que vimos algún animal marino mientras paseábamos por el puerto...
Se trataba de dos focas juguetonas a las que nos habríamos quedado mirando durante horas. Una estaba tranquilamente tomando el sol en las rocas mientras que la otra parecía que se estaba aseando y disfrutando en el agua dando vueltas y frotándose con las aletas de una forma realmente graciosa.
Los alrededores del puerto también son increíbles, con rocas, acantilados, Montage Island al fondo (una isla donde por lo visto también hay muchas focas, pingüinos en algunas épocas de año, y a la que se puede ir de excursión en barco).
Al día siguiente decidimos volver a Camberra por un camino alternativo, subiendo por la carretera próxima a las montañas. Ello supondría hacer unos kilómetros más, pero teníamos ganas de ver otros paisajes diferentes, así que ¿por qué no? Pero antes paramos en un par de miradores espectaculares...
Llegando a Canberra, pasamos por una recta de una carretera que según Arantxa es igualita que la recta de Gálvez (Toledo), así que juzgarlo vosotros mismos...
Nota final: no nos ha dado tiempo a terminar el álbum de fotos, ya que la conexión va un poco mal. En cuanto esté terminado pondremos el enlace en esta misma entrada.
Pero bueno, aquí estamos de nuevo, con nuevas cosas que contar, nuevos viajes y sobre todo... ¡FOTOS!
Lo primero es dejaros tranquilos, ya tenemos un hogar en toda regla, con toda clase de electrodomésticos y comodidades. La verdad es que estamos muy contentos.
El siguiente viaje, de fin de semana, que hemos hecho desde nuestra llegada a Australia también ha sido a la costa. Hay que aprovechar el corto verano que íbamos a tener este año, así que decidimos buscar algo por la playa pero esta vez hacia el sur. Tuvimos suerte y encontramos alojamiento en el Albergue Juvenil de un pueblecito de la costa llamado Narooma,
La verdad es que la red de albergues de Australia está muy bien. Tienen precios ajustados para lo que cuesta el alojamiento por aquí, y normalmente en todos tienen habitaciones dobles. Nos ha llamado también mucho la atención que siempre encontramos familias enteras en los albergues y muchas personas mayores, entorno a los 80 años. Aquí los abueletes parecen muy activos y los vemos viajando muy a menudo.
Llegamos por la noche, y el encargado de la recepción resultó un señor simpatiquísimo y encantado de tener a unos españoles en el albergue. Nos recomendó que fuésemos a una feria de un pueblo cercano que tenía unas playas muy chulas. Y allí nos fuimos, ¡de feria!
El camino fue espectacular, con la carretera paralela a la costa y paradas en algunos estuarios (donde se dedican al cultivo de ostras) y acantilados.
Por fin llegamos a Bermagui, el pueblo de la feria y la verdad es que estaba todo hasta arriba de coches, atracciones, mucha gente y ¡ambiente de feria!
La verdad es que ambiente sí que había, pero si tuviésemos que buscar una palabra para definir una feria en Australia diríamos "familiar". Junto a las atracciones había un montón de puestos de distintas temáticas: comida, artesanía, ropa, jardinería, maquinas viejas, coches antiguos, tarot... y alrededor familias australianas paseando tranquilamente con sus atuendos australianos.
Y todo eso amenizado con un par de escenarios donde tocaban algunas bandas de música country y un coro que parecía sacado de una iglesia.
Y por supuesto el público disfrutando de la música, aunque la media de edad de la audiencia fuese más propia de una celebración del hogar del pensionista que de una feria de reconocido prestigio regional.
Así que como podéis ver, ambiente de feria en el sentido andaluz de la palabra, no es que hubiese, obviamente. Lo pasamos bien paseando por allí, tomándonos algo en un puesto de comida y todo eso. Berni estuvo apunto de comprarse el típico sombrero australiano, pero a última hora se arrepintió y pensó que todavía no estaba lo suficientemente preparado para dar ese importante paso. No os preocupéis que es cuestión de tiempo...
Así que tras la marcha de la feria decidimos que era hora de explorar las playas del lugar, y la verdad es que no decepcionaron nada. Para variar, playas de aguas transparentes, arena fina, no masificadas...
Aquí Arantxa estaba ensayando el salto que pensaba dar en la ópera de Sydney ;)
Esa noche cenamos en un sitio realmente idílico, junto al puerto, ostras( para variar) recién pescadas, pescado fresco... no se puede pedir más para acabar un buen día en la costa.
Aquí vamos a hacer un comentario respecto a las otras, porque seguro que ya estáis pensando: "ya están aquí los tontos de las ostras". Bueno, pues es que en la zona en la que nos estamos moviendo, comer ostras no es un "lujo" como en España, se crían por toda la costa y te las sirven en prácticamente todos los bares y restaurantes a un precio realmente asequible. Vamos, como si te quieres comer un pescaito frito en Cádiz, unos espetos en Málaga, o un arroz en Alicante.
La mañana siguiente la dedicamos a explorar los alrededores de Narooma, el puerto, algún mirador que había cerca... Mucha gente viene a Narooma porque es una ruta de ballenas y delfines en sus rutas migratorias. Parece ser que al principio del invierno es posible ver ballenas pasando cerca de la costa e incluso se organizan viajes en barco para poderlas ver más de cerca. Y aunque no viésemos ballenas o delfines, sí que vimos algún animal marino mientras paseábamos por el puerto...
Se trataba de dos focas juguetonas a las que nos habríamos quedado mirando durante horas. Una estaba tranquilamente tomando el sol en las rocas mientras que la otra parecía que se estaba aseando y disfrutando en el agua dando vueltas y frotándose con las aletas de una forma realmente graciosa.
Los alrededores del puerto también son increíbles, con rocas, acantilados, Montage Island al fondo (una isla donde por lo visto también hay muchas focas, pingüinos en algunas épocas de año, y a la que se puede ir de excursión en barco).
Al día siguiente decidimos volver a Camberra por un camino alternativo, subiendo por la carretera próxima a las montañas. Ello supondría hacer unos kilómetros más, pero teníamos ganas de ver otros paisajes diferentes, así que ¿por qué no? Pero antes paramos en un par de miradores espectaculares...
Nota final: no nos ha dado tiempo a terminar el álbum de fotos, ya que la conexión va un poco mal. En cuanto esté terminado pondremos el enlace en esta misma entrada.
Primeeeee!!!! (como en los blogs cotizados)
ResponderEliminarPufff, decidídamente Australia parece la tierra prometida. Vaya paisajes y lugares. Me están dando ganas de empezar a mirar billetes de avión para este agosto...
Seguid pasándolo bien y conociendo aquello.
a ver si es verdad! ;)
ResponderEliminarHola! Pues si que os va fenomenal !Me alegro un montón por vosotros, aunque...cada vez que veo vuestro bloc mi monótona vida me parece más patética, me entran ganas de irme con vosotros un tiempecillo, pero en fin, esto no depende sólo de mi. Espero q cuando acabe la obra sigáis por allí y aproveche para ir unos días... y me enseñéis esas idílicas playitas.
ResponderEliminarBueno, un besazo a los dos y que sigáis disfrutando de vuestra aventura!
Esas playitas no son de verdad no? Arantxa no esta haciendo un curso de ingles ni nada, esta todo el dia con el photoshop buscando fotos de playas paradisiacas y pegandoos en ellas, a que si?? Madre mia! que ya mismo empezamos a mirar billetes para Australia y nos teneis alli unos cuantos meses, jejejeje.
ResponderEliminarAh! y cuidadito con ls ostras, que luego ya se sabe.
Besos
Pues digo yo que para ir a Gálvez no hay que montar tanto número....
ResponderEliminarQué bien que estéis ya integrados en la vida australiana, aunque espero que no sirva de excusa para escribir menos!!
ResponderEliminarJO, pues sí que dais envidia, ahora tengo por delante unos cuantos viajes pero "sólo" por Europa y se me van a quedar pequeños en comparación ;-) Por lo tanto, no dejéis de escribir y mandar fotos, por favor.
Besos!!
comiendo ostras como si fuesen mejillones...donde se ha visto eso¡¡¡¡
ResponderEliminarPor cierto, ¡¡YO QUIERO UN SOMBREROOOOOOOOOOO¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Las ferias esas tienen que molar muchísimo, porque son como las peliculas. Me imagino a esa arancha haciendo de la prota de greese, y al berni con flequillito cantando entre las barracas jejejeje
Estamos muertos de envidia con tanto paisaje paradisico.Lo del avión una miaja dicifil por la crisis que tenemos.Hemos empezado a excavar un pozo en el patio(en unos meses estamos tos alli) .Preparar alojamiento y agua.
ResponderEliminarBesos